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El mundo católico, conmovido por la renuncia del Papa Benedicto XVI

Por La Redacción

El Papa Benedicto XVI comunicó que dejará el Pontificado el
próximo 28 de febrero durante una reunión, según la agencia de noticias
Ansa. El Sumo Pontífice, de 85 años, tomó la decisión “por falta de
fuerzas” debido a su edad.


La agencia AFP confirmó la información con declaraciones del vocero del
Vaticano, Federico Lombardi: “El Papa ha anunciado que renunciará a su
ministerio a las 8 de la tarde del 28 de febrero”.

Joseph Ratzinger se convierte así en el primer Papa en abdicar a su
pontificiado desde el siglo XV. El último en hacerlo fue Gregorio XII en
1415, quien lo hizo “por el bien de la Iglesia” durante el llamado
cisma de Roma, cuando tres pontífices se habían proclamado para el
prelado.

Dos años atrás, en una entrevista, Benedicto ya había admitido la
posibilidad de dejar sus funciones en el Vaticano. “Cuando un Papa
alcanza la clara conciencia de no estar bien física y espiritualmente
para llevar adelante el encargo confiado, entonces tiene el derecho y en
algunas circunstancias también el deber de dimitir”, había dicho en
dicha ocasión.

En su último mensaje de Twitter, Benedicto escribió: “Confiemos siempre
en el poder de la misericordia de Dios. Todos somos pecadores, pero su
gracia transforma y renueva nuestra vida”.

Benedicto XVI, nacido en Alemania en 1927, fue elegido como el 265º Papa
el 19 de abril de 2005, tras la muerte de Juan Pablo II.

Todavía no hay candidatos claros para suceder al Papa, pero uno de los
nombres que suena fuerte en la prensa italiana es Angelo Scola. También,
el cardenal argentino Leonardo Sandri tendría posibilidades de ser
consagrado Sumo Pontífice.

La carta de renuncia completa y traducida al castellano

Queridísimos hermanos,

Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de
canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran
importancia para la vida de la Iglesia.

Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he
llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas
para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de
que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a
cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor
grado sufriendo y rezando.

Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y
sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para
gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario
también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los
últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi
incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.

Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena
libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor
de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de
abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00
horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá
ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para
la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y
el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y
pido perdón por todos mis defectos.

Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor
Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su
materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo
Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera
servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a
la plegaria.

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