El dirigente del Frente para la Victoria, Ricardo Ruggeri se
incorporó al equipo de trabajo de Ariel Franetovich, flamante titular de
la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT), dependiente
del Ministerio del Interior y Transporte de la Nación.
Mediante un acto formal en la Casa Rosada, en el que participaron además
de Franetovich, el ministro del Interior y Transporte, Florencio
Randazzo y el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos
Zanini, Ruggeri se incorporó oficialmente a la CNRT, que cumple “la
función de control y fiscalización del sistema de transporte automotor y
ferroviario de pasajeros y carga de jurisdicción nacional”, con el
objetivo “de garantizar la adecuada protección de los derechos de los
usuarios y promover la competitividad de los mercados”, explicó el
dirigente pergaminense.
El rol que ejerce “en el ámbito de los servicios de
transporte es de vital importancia por cuanto el control debe ser
entendido como un mecanismo que permite arbitrar las acciones tendientes
a prevenir que ciertas situaciones lleguen a mayores, poniendo en
peligro la prestación de los servicios y vulnerabilidad de los derechos
de los usuarios”, completo Ruggeri.
“El diseño privatizador tuvo importantes fallas”
Ricardo Ruggeri, que hasta está nueva función se desempeñaba en la
Cámara de Diputados bonaerense, dijo que “la percepción que tiene la
sociedad de los servicios públicos de transporte no es la que ella
demanda o espera.
“Sin entrar a discutir desde cuando esto es así o quien tiene la mayor
responsabilidad por eso, hay que analizar cuál es el origen de las
falencias que hoy presenta el sector, el cual desde mi punto de vista es
principalmente la falta de inversión apropiada”.
Según el diagnóstico del dirigente local, “el diseño privatizador tuvo
importantes fallas” que “motivaron que no se alcanzaran las metas
previstas, entre los que corresponde resaltar la maximización de los
objetivos sociales, ante la falta de definición del Estado en la
regulación y el control de los mismos.
“A esto debemos sumarle que el sector privado no estuvo a la altura de
las circunstancias y mayormente no cumplió con las obligaciones
asumidas, sobre todo en el sector ferroviario”.
Sin perjuicio
de ello, “creo que en este contexto el Gobierno ha realizado un
importante esfuerzo tendiente a sostener de manera efectiva las
necesidades del transporte a través de medidas de profundo contenido
social”, destacó.
El beneficio de los subsidios
Para Ruggeri, los subsidios “han permitido que durante la mayor crisis
que afectó al país no aumenten las tarifas y que los usuarios no vieran
afectada aun más su economía. Entonces creo también que más allá de las
deficiencias de los servicios y los permanentes reclamos que se atienden
día a día de los usuarios y de la sociedad, existe conciencia del
esfuerzo fiscal que las medida implementadas significan, lo que es
valorado, sobre todo por las personas de menos recursos que son los que
más necesitan de la intervención del Estado en tal sentido”.
Por su parte, Ariel Franetovich sostuvo que “la post-convertibilidad y
un modelo económico con una presencia del Estado fortalecida lleva
naturalmente a que las funciones propias de los órganos de control de
los servicios públicos tengan un rol ampliado, conforme a las políticas
activas sobre el sector transporte y su significación económica y
productiva”.
El máximo responsable de la CNRT subrayó que “los tipos de controles que
se realizan tanto en el transporte automotor como en el ferroviario son
de tipo administrativo, vinculados con el permiso de la empresa,
vinculados en el parque móvil y los servicios y controles al personal
afectado a los servicios”.
“En un año se van a ver cambios”
El ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo
prometió que “en un año se van a ver cambios” en el servicio de las
líneas ferroviarias.
Después visita a los trabajos en las vías de la línea Mitre, declaró que
“estas obras forman parte del plan que hemos anunciado, que incluye la
renovación de parte del material rodante, de vías, el mejoramiento de
las estaciones, el señalamiento y los talleres de las líeas Sarmiento y
Mitre”.
Randazzo explicó que el Gobierno decidió “abandonar los criterios de
concesión de la década de los ‘90 para pasar al modelo de unidades de
gestión operativa, en el que el Estado Nacional actúa como mandante”.
Las inversiones para el ramal Mitre son de 633 millones pesos y para el Sarmiento de otros 800 millones.