«Parecía una película de terror, verlos rodeados de abejas, que también me agredieron a mí en forma enfurecida; era imposible escapar», dijo el hombre que sufrió la agresión.
POSADAS.- Gustavo Pona, un conocido empresario de esta ciudad de 47 años, tuvo que recibir atención médica, ingerir remedios específicos para curarse de centenares de picaduras provocadas por un enjambre de abejas africanas que lo atacaron por las calles de Posadas, cuando sacó a pasear a sus dos mascotas de la raza Chow Chow.
«Parecía una película de terror ver a los perros rodeados de abejas, las que también me agredieron en forma enfurecida. Era imposible escapar», relató Pona a medios locales, agregando que realizó la correspondiente denuncia policial dado que los insectos provenían de una colmena, propiedad de un vecino del barrio.
Como consecuencia del episodio ambos canes murieron por la cantidad de picaduras recibidas, pese a que un veterinario que acudió al lugar los trató con Decadrón. Seguidamente criticó el dueño de la colmena por criar estas abejas también llamadas «asesinas», híbridos procedentes del cruzamiento de la subespecie natural africana cuyo nombre científico es «apis mellfera scutellata».
Ingresaron a América del Sur a través de apicultores del Brasil, que la importaron de Tanzania. Se las considera las más peligrosas del mundo, atacan en cantidad, velozmente y siguen a sus víctimas hasta 900 metros de su enjambre. Desde entonces han provocado la muerte de muchos humanos y también de animales.
