párroco fue condenado en 1996 por abuso deshonesto contra cinco niños
que concurrían a la Iglesia Santa María Magdalena. Actualmente celebra
misas en el Hospital San Juan de Dios, donde lo detectaron víctimas y
organizaron una manifestación.
«Le pude decir de todo: abusador, pedófilo… pero sobre todo, que era un hijo de puta«, dijo Carla, quien participó de la manifestación organizada por militantes de agrupaciones feministas.
El cura es Ricardo Giménez, condenado por la justicia hace 16 años por abusos de menores. Pidieron que no oficie más la misa en un lugar donde concurren niños.
Cuando llegaron al hospital interceptaron al cura que debió suspender la misa. «Esto
para mi fue una tortura toda la vida. Pero al fin pude hablar. Y esto
(hacerlo público) para mi es muy importante, pero más importante es para
todos los niños que pueden pasar por sus manos y están en peligro«, dijo a Diagonales una de las víctimas.
«Es un hijo de puta que tiene que estar preso, o al menos no poder salir de su casa», acotó otra de las mujeres. «Es una vergüenza que esté en un lugar como este donde hay tantos chicos en situación sumamente vulnerable«.
«Abusó de muchos menores. Organizaba campamentos y se metía en las carpas. Con la escusa de revisarte a ver si estabas sana te manoseaba. O se metía donde nos duchábamos«, recordó una víctima.
