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El nuevo impuesto incrementó los precios de los autos de alta gama en casi un 100%

Por La Redacción

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las marcas alcanzadas por las nuevas alícuotas (Ley Nº 26.929) a los modelos de lujo ya comenzaron a difundir sus nuevas listas durante los primeros días de este mes, con valores que, en algunos casos, duplican a los de fines del año pasado.

 

Desde el 1º de enero entró en vigencia en el país un impuesto a los automotores considerados de alta gama que generó un fuerte impacto en el mercado automotor. Es a través de la nueva Ley  N º 26.929 que establece una tasa de gravámenes internos de 30 por ciento para los vehículos cuyo precio -antes de impuestos y del margen del concesionario- esté entre 170.001 y 210.000 pesos y una tasa de 50 por ciento para los vehículos cuyo precio supere los 210.000 pesos.

Para adecuarse al nuevo gravamen, cada automotriz realizó una ingeniería comercial para redefinir los precios e incluso hay compañías que se encuentran todavía realizando esa tarea. En algunos casos, han preferido perder días sin comercializar los autos impactados por la medida para analizar cómo se acomoda el mercado y definir qué valores serían los más competitivos.

Desde la casa central de Fiat en nuestro país se ejemplificó que un automóvil de 234.000 pesos pasará a costar 435.000 pesos. “Tiene un 85 por ciento de aumento si es un naftero y entre 95 y 100 por ciento de incremento si es diesel”, acotaron. 

Aunque nadie seguramente confirmará los motivos de esta medida, desde las automotrices aseguran que la sangría de divisas que padece el Banco Central es uno de los principales problemas que deberá enfrentar el actual equipo económico. En esa línea, el Ejecutivo transformó rápidamente en ley (luego de su paso a fines de 2013 por el Congreso) la medida que aumenta los impuestos internos para autos y motos de alta gama, embarcaciones, motores fuera de borda y aeronaves deportivas, con alícuotas del 10 al 50 por ciento de acuerdo al precio de venta.

La iniciativa que preocupa a las concesionarias dispone un aumento en las alícuotas teniendo en cuenta “la capacidad contributiva de los consumidores de este tipo de bienes, propendiendo a una mayor equidad contributiva y respetando el principio constitucional de igualdad”, manifestaron desde el Gobierno.

 

Lujo y más

Los autos considerados de lujo son aquellos que se venden al público a un monto mayor a los 190.000 pesos. Actualmente, los vehículos de alta gama -la mayoría importados- pagan una tasa interna de entre el 10 por ciento y el 12,5 por ciento de su valor. La medida también alcanzará a las embarcaciones de lujo y a los jets privados. 

Para el caso de las motocicletas, el proyecto establece una alícuota del 30 por ciento cuando su precio -libre de impuestos- oscile entre los 22.000 y los  40.000 pesos. En el caso de que excedan esa suma, la alícuota será del 50 por ciento. En cuanto a las embarcaciones, la primera tasa regirá para las que cuesten hasta 170.000 pesos, mientras que el 50 por ciento se aplicará para las de mayor precio. Al igual que las aeronaves, aviones, hidroaviones, planeadores y helicópteros concebidos para recreo o deportes.

 

Bernardo Remy

El gerente general de ventas de Montanari Automotores, Bernardo Remy, consultado sobre el tema respondió que “si bien en un principio se hablaba que era un impuesto que iba a estar dividido en dos franjas entre un 30 por ciento a los vehículos que tenían un costo a concesionario sin impuesto de 170 a 220 mil y después subiría a un 50 por ciento a los automóviles que superaran los 220 mil pesos, en la realidad no es tan así porque el vehículo que tiene un precio superior a los 220 mil pesos tiene un aumento del 100 por ciento”. 

A la hora de brindar ejemplos, una de las caras visibles de Montanari indicó que en la primera franja del impuesto –de 170 a 220 mil pesos- por ejemplo en el caso del Vento 2.0 turbo Sportline con caja manual que tiene un costo concesionario sin impuestos de 182 mil pesos y fue alcanzado por un impuesto interno de 78 mil pesos. Lo que se decía en un inicio de esta ley, que aumentaría un 50 por ciento, en lo que respecta a Volkswagen como la Tiguan, Touareg y Sirocco, recibirán un impuesto del 100 por ciento. La Tiguan Sportline 2.0 manual cuesta de costo al concesionario sin impuestos y sin IVA, 223.246 pesos y el impuesto interno es de 223.246 pesos, que sumando el resto de los impuestos e IVA termina costando 574.510 pesos. El problema que están tratando de solucionar las automotrices es que el impuesto tiene una variabilidad en el tiempo, porque a corto plazo con los aumentos mensuales de las unidades en el transcurso de tres o cuatro meses a nosotros nos estaría alcanzando otros modelos de Vento y Bora”.

Remy confesó que los clientes quedan azorados cuando conocen los nuevos precios por lo que no se están cerrando operaciones de este tipo”. No obstante resaltó el caso puntual de la pick up Amarok, que en su línea comercial no recibió este impuesto; “es por eso que mucha gente se está volcando por este tipo de vehículos que además paga menos de patente que los denominados de alta gama”, finalizó Remy.

 

Juan Motta: “Algunas personas se retirarán de este segmento”

 

Uno de los referentes en la comercialización de automóviles en nuestra ciudad y titular de Pergamino Automotores (Renault), Noale (Nissan) y Rodano Automotores (Citroën), Juan Bautista Motta brindó su visión sobre la medida aplicada a los autos que superan determinado precio de venta. 

“El Gobierno nacional a fines del año pasado tomó la decisión de aplicar un nuevo impuesto, que recae sobre los autos que valen más de 170 mil pesos y tiene una escala progresiva del 30, 40 y 50 por ciento sobre ese tipo de unidades. A nivel nacional va a recaer sobre un 9 por ciento de los automóviles que se venden en el país y a nivel local mucho menos porque la mayoría de los vehículos que se comercializan en nuestro medio son los llamados automóviles económicos que van desde los 75 y 100 mil pesos”, indicó Motta, además de considerar que “la repercusión no es tan importante si uno la mira en término de cantidad  pero si la medimos en términos de los autos caros será impactante porque habrá modelos que aumentarán un 50 ó 60 por ciento con lo cual la fábrica está atrasando su estrategia para elegir los pasos para aplicar este impuesto”. Según el empresario, algunas marcas no están poniendo el 100 por ciento del impuesto, sino que lo están aplicando proporcionalmente y aumentarán otros autos. “En lo que respecta a mi marca Renault le impacta fuertemente a la Koleos, es el vehículo que aumentará. En la próxima entrada que tengamos de Koleos para la venta tendremos que aplicarle un aumento del 50 por ciento”, adelantó.

Desde su perspectiva, “esta medida no va a perjudicar, sí a encarecer y algunas personas se retirarán de este segmento de mercado. Esta es una realidad impositiva que no depende de las marcas y concesionarios, es una decisión del Gobierno nacional”. No obstante calificó esta alícuota como “desmedida”: “El 50 por ciento es una cifra muy grande porque el automóvil tiene una serie de impuestos como ingresos brutos e IVA, por lo cual el componente impositivo será del 70 por ciento, vas a comprar un vehículo de estas características y el 70 por ciento de su valor corresponde a los impuestos, lo cual me parece una medida muy fuerte y que corresponde”. 

Consultado sobre los alcances en el resto del parque automotor, el empresario remarcó que “el mercado del usado se va a ir adaptando mucho más lentamente porque el valor del usado de diciembre pasado será parecido este mes. Por más que los 0 kilómetros hayan aumentado fuertemente, ese mercado se tiene que armar. El usado es un mercado de oferta y demanda y los cambios seguramente se podrán observar luego de cuatro o cinco meses posteriores a la aplicación de este impuesto”. 

Por último Motta indicó que Citroën y Nissan tienen una gama alta de autos franceses y ahora los que llegan de Japón, de la segunda marca, que es la que recibirá el impacto. Pero el volumen de ventas lo tiene la francesa con el C3 y C4. En Nissan ocurre algo similar con el Tidda, Versa y March, razón por la cual el impacto en nuestra ciudad no es tan importante porque “de los casi tres mil automóviles que se patentaron son muy pocos los que serían alcanzados por el gravamen, igualmente aquellos que reciben el impuesto lo sentirán mucho”.

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