Los científicos rusos aseguraron que el carguero espacial no tripulado Progress «saldrá de la órbita entre las 22:13 de hoy y la 1:51 del 8 (hora GMT)». El carguero espacial se desintegrará y sólo caerán «pequeños fragmentos», pero no saben dónde.
El carguero espacial no tripulado Progress, en caída libre hacia la Tierra desde que los operadores rusos perdieran su control hace una semana, se desintegrará entre la noche del jueves y la madrugada del viernes, anunció la agencia espacial rusa Roskosmos.
«El satélite abandonará su órbita entre 00:45 y las 06:36 hora de Moscú (22:13 GMT del 7 de mayo y la 01:51 GMT del 8 de mayo)», señaló Roskosmos en un comunicado publicado el jueves.
La agencia espacial rusa precisó que será capaz de dar más detalles a lo largo del día.
«La nave se desintegrará completamente al atravesar las capas de la atmósfera y sólo algunos pequeños fragmentos llegarán a la Tierra», agregó.
Las órbitas de Progress incluyen las regiones del mundo entre los paralelos 52 Norte y 52 Sur
Se desconoce el lugar exacto donde caerá la nave, pero casi la totalidad de los motores espaciales de este tipo se desintegran en la atmósfera o caen en los océanos, que ocupan la mayor parte de la superficie terrestre.
Según Roskosmos, el descenso de la nave Progress M-27M hacia la Tierra no debería diferenciarse del de una nave bajo control. Rusia lanza cada año entre tres y cuatro cargueros espaciales para enviar suministros a la Estación Espacial Internacional (ISS).
El 28 de abril, unas horas después de que despegara, el Progress, que debería haber llegado seis horas después a la ISS para abastecerla, dejó de responder a los ingenieros rusos y comenzó a tener reacciones incontrolables.
Se ha encargado a una comisión de investigación que establezca las circunstancias del incidente, que parece haberse producido en el momento de la separación entre la nave y el cohete, consideró el vicepresidente de Roskosmos, Alexandre Ivanov.
La pérdida de este carguero tendrá un costo de cerca de 600 millones de dólares pero no pone en peligro a la tripulación de la ISS, que dispone de reservas para varios meses.
Una nave con suministros Dragon, de la sociedad estadounidense SpaceX, debería llegar a la ISS a partir del 19 de junio.