Una hermosa tarde de sol, recibió a los fieles que, deseosos de las Gracias del Señor, colmaron la Capilla Nuestra Señora del Carmen.
Cada creyente, presentó las necesidades de su corazón, sus deseos de sanación interior y física. El Evangelio del Señor que compartimos fue muy claro ‘…toda planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada de raíz…’ <Mt.15,1-2,10-14>
En sus palabras el P. Martín Antonio que el Señor ‘aparecerá glorioso en cada uno de nosotros, en nuestra vida… Él arrancará de raíz todo lo que nos avergüenza, lo que escuché y creí, y todavía tiene lugar en mi corazón. Eso que no sembró Dios, que te lastima y te ha hecho perder la estima.’
‘…Dios sembró en nosotros su amor, pero otras semillas lo ahogaron… Abramos los oídos a la voz de Dios y reconozcamos su grandeza… Saberme ver como Él me ve, cuánto le valgo y qué espera de mí… Con humildad, reconocer quién soy ante Dios, delante de sus ojos… Me ayuda ver que soy igual a los demás, situarme delante de Dios y dejar que Él arranque lo que no edifica. Dios siempre quiere cortar lo que nos apena…’
‘…Qué sale de mí? Eso es lo que nos mancha, dice el Señor… Podemos llegar a ser venenosos si no abrimos el corazón… Demos lugar en el corazón a Su Palabra, démosle peso y valor, y dejemos que nos toque el interior…’
‘…Cuando la VERDAD llega a mi vida, comienzo a ser LIBRE…’
‘…Qué hago para sentir el amor de Dios? CREO!!!’
‘…Si no te sientes amado, te olvidas del amor de Dios… Si por seguir a otro ciego te sientes en el pozo, el Señor quiere sacarte de allí… Nunca se es malo para siempre…
DIOS TE REGALA SU AMOR PARA QUE TE HAGAS BENDICIÓN.’
Luego nos hicimos ofrenda y presentamos en el Altar cada vida y necesidad.
El Señor se derramó en gracias, en bendiciones. Cada Misa es un llamado a renovar nuestra fe. Cada Bendición es la caricia cercana del AMOR SANTO.
¡CREEMOS, SEÑOR! AUMENTA NUESTRA FE!