Con gesto adusto y visiblemente molesto, el gobernador Daniel Scioli anunció que la Defensoría del Pueblo bonaerense presentará un recurso de amparo para frenar el paro docente, que cumplió su duodécimo día, y advirtió que la medida de fuerza tiene un «trasfondo político», al tiempo que repudió agresiones sufridas por funcionarios.
En una conferencia de prensa que compartió con parte de su equipo de Gobierno, Scioli acusó a los gremios docentes de tener una «posición de intransigencia, de inflexibilidad que no facilitó de ninguna manera» la negociación y adelantó que ya fue firmado el decreto para que los sueldos se liquiden con el aumento del 30,9% en dos cuotas.
El recurso de amparo que presentará la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires se basará en los «derechos del niño».
En el marco de un conflicto que afecta a 3,5 millones de chicos e impidió el inicio del ciclo lectivo, el defensor del Pueblo de Buenos Aires, Carlos Bonicatto, había convocado a un encuentro entre las dos partes, pero la reunión no prosperó, ya que los gremios rechazaron «por insuficiente» la nueva propuesta.
El gobernador aclaró que esta oferta fue realizada informalmente y que por esa razón no será aplicada a los salarios de los maestros.
A la salida de ese encuentro, los ministros de Trabajo, Oscar Cuartango y de Economía, Silvina Batakis, y la directora General de Escuela, Nora de Lucía, junto con otros funcionarios fueron agredidos por manifestantes vinculados con gremios docentes, quienes incluso arrojaron piedras y hasta llegaron a golpear a integrantes de la comitiva oficial.
En la rueda de prensa, Scioli repudió la actitud de los manifestantes y se solidarizó con Batakis, ya que uno de los piedrazos llegó a golpear a la funcionaria, que lloró cuando el gobernador hizo referencia a la agresión, que luego fue repudiada por el titular de SUTEBA, Roberto Baradel.
Sobre el encuentro en la Defensoría, Scioli dijo que se propuso mejorar la oferta aumentando la primera de las cuotas en que está dividido el incremento, pero remarcó que «nos encontramos con una posición inflexible».
«Agotamos todas las instancias y por eso esperemos que la Justicia intervenga y prospere el amparo», sostuvo el gobernador y pidió a la dirigencia gremial que «haga una reflexión profunda por los chicos, para que vuelvan a las escuelas».
Dijo que «se llegó a un punto donde se tienen que tomar medidas» y aseguró que «nadie quiere quitarle la personería jurídica a los gremios, ni descontar los días de huelga, queremos a los chicos en las aulas».
Consultado acerca de si creía que el paro tenía un trasfondo político, el gobernador contestó afirmativamente y luego agregó: «el tiempo aclara todo, ya van a ver. ¿Qué tengo que pensar?, podemos deducir motivaciones».
«Llega un momento en que es muy extraño. Llevar esto a una situación de estas características. Doce días sin clase. Tres millones de chicos en sus casas, con la complicación que esto genera también a los padres. ¿Ustedes conocen una paritaria que haya cerrado en el 35%?», sostuvo.
En la reunión en la Defensoría, las partes primero se reunieron con Bonicatto y luego arribaron a un entendimiento para tener un encuentro a solas, pero tampoco fue posible alcanzar un acuerdo.
«Decidimos darle continuidad a la medida de fuerza hasta que haya una propuesta superadora», afirmó Baradel, a la salida de la reunión.
Sobre la oferta, Baradel dijo que fue «prácticamente la misma que la anterior, sólo se adelantan dos o tres puntos en la primera cuota», y agregó que «eso sigue siendo insuficiente».