El pasado martes se celebró en El Socorro la Misa de cada mes, pidiendo particularmente a Dios por la salud de cuerpo y alma, donde tantos hijos acuden trayendo al Señor sus necesidades e intensiones.
Los textos que iluminaron la Celebración fueron un serio llamado del Señor a cambiar nuestro corazón (Hech 7, 51-8,1 y Jn 6, 30-35). En sus palabras el P.Martín Antonio exhortó: `S. Esteban nos llama `¡hombres rebeldes, de corazón cerrado a la Verdad, que se resisten al Espíritu Santo!´ …y esto se repite cada vez que no somos dóciles… El Señor viene en nuestro auxilio y se nos da en alimento, que hoy todos necesitamos. Cuando nada nos llena, nos falta el Señor!´
`Dice Jesús: `El que venga a Mí, no tendrá hambre… El que crea en Mí, jamás tendrá sed´… sólo el Señor sacia… Sólo el puede sanar las heridas que crean los reproches, los deseos de venganza, la necesidad de justicia, la soledad de corazón… No resistamos al Espíritu Santo! Abandonemos nuestros pensamientos y criterios para poder abrir nuestros sentidos a Su Palabra, y dejarla llegar al corazón y lo llene… Si soy dócil, dejo actuar al Espíritu Santo y dejo que el remueva la vergüenza, el enojo, el desánimo.´
`No nos quedemos en la pereza espiritual… Cambiar se muestra como un esfuerzo extraordinario… Pensar `¿De qué me sirve?´ no responde al Espíritu de Dios… Nos hace hombres rebeldes: no quiero tratar con Dios pero digo que le creo… No podemos hacernos autores y protagonistas de nuestra historia… Pobre de mí!´
`Dios Padre es Protagonista de nuestra historia, nosotros somos actores secundarios. Tampoco somos sus directores, es el Espíritu Santo quien la dirige. Hoy renuncio ante el Señor a ser protagonista y director de mi vida. Para poder mejorar hay que partir de la nada, nada sabemos ante Dios; para poder aprender a escuchar, a vivir, a preguntar a Dios… No hay edad para nacer del Espíritu. Contamos con Su Promesa de hoy: `Si vienen a Mí… Si creen en Mí…´ seremos plenos, en Él estaremos saciados, satisfechos. Si me dejo encontrar será ANTES y DESPUÉS de CRISTO…!´
`El Señor nos eligió antes. También los Discípulos creían que ellos habían elegido al Señor. Hoy el Señor te busca, déjate encontrar, para escribir esa nueva historia de paz y de amor.´
Luego, pusimos sobre la Mesa del Altar cada vida, cada historia, presentándolas al Señor pidiéndole que dirija y escriba cada vida nueva..
Terminada la Misa, las manos sacerdotales fueron en cada persona, la caricia concreta del Señor y la necesidad de cada corazón de abrazarse a Su Gracia.
¡ESCRIBE EN NUESTRO CORAZÓN, SEÑOR,
TU NUEVA VIDA RESUCITADA! ASÍ SEA!
