Con 3 días de celebración se festejaron las fiestas patronales de casa San Pio de Pietrelcina.
Las misas de domingo y lunes fueron muy concurridas. El lunes fiesta del santo, el calor humano que colmo la carpa, compenso el temporal de lluvia y viento que se vivía esa tarde.
En su homilía del domingo, el Padre Martin, destaco en la figura de Santo padre Pio su infinita capacidad de amor a Dios y por ese amor a Dios, amaba al hombre. Ese amor se hizo obra en las almas como respuesta de ese amor, Dios lo doto de los dones sobrenaturales para guiar a las almas, Incluso sus estigmas fueron la muestra de cuanto el sufrió en su amor. Sufrió por amor y nos invita a saber imitar esa capacidad de amar al que sufre, al que no nos comprende, al que nos persigue y difama. Saber descubrir en el otro a cristo sufriente.
En la medida que vivamos el amor de Dios veremos su poder, en la medida que reconozco mi pobreza Dios comienza a hacer notar su obra, su perdón. Dios es misericordia obrante con todos! y así me llama al perdón y a la misericordia con mis hermanos.
Solo si se manifiesta su amor hay milagros. Los milagros son la realización de las nuevas creaciones, la promesa concreta de su reino en nuestras vidas.
Dios quiere mi salvación, miremos donde ponemos el corazón antes de pedir justicia, miremos nuestro obrar, traigamos a Dios nuestras miserias.
Él es nuestra paz y resucita nuestra capacidad de amor
El milagro es un compromiso de fidelidad que tengo con Dios.
Lo pido porque creo y dejo obrar a Dios.
Milagro es tu misericordia, y si la obra en mí, es para que la viva con los demás.
El padre pio gano almas para el señor por su capacidad de amor.
En él, dios mostro sus signos para la salvación de las almas, dejémonos encontrar por el amor de dios, confiemos ciegamente como María “hágase” hoy en nosotros….
Durante el triduo, las 3 fueron misas de sanación, una vez más, las manos amorosas y santas de padre Pio tocaron y sanaron cada historia, cada herida, cada corazón.
¡Gracias Santo Padre Pio, por tu milagrosa presencia cercana!
Redacción: Ana María Pérez.
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