Hace 15 años Telefe puso en pantalla al gigante de todos los realities, Gran Hermano, un formato ya exitoso en otros países del mundo. Jorge Rial , desde Intrusos, el programa de chimentos que ya se emitía por América, fue uno de sus máximos detractores. Tanto, que desde allí dio a conocer videos hot de una de las participantes y hasta montó una cámara oculta para revelar los gustos sexuales de otro. El tiempo pasó y Rial, tal vez seducido por pasar al prime time de una pantalla líder, se hizo cargo de la conducción del programa. Esta noche, volvió a asumir ese rol, pero desde la pantalla de América, un canal que hasta ahora nunca logró poner en pantalla un reality que fuera bien recibido por el público.
Con toda mudanza, suelen ganarse y perderse cosas. Con este desembarco en una pantalla menos cálida y con menos estrellas, GH2015 amenaza con expandirse y hasta adueñarse del resto de la programación . Esta amenaza quedó manifestada ayer, primero desde los distintos programas de la tarde y luego en el programa especial, conducido por Rodrigo Lussich y Cora Debarbieri , que intentó funcionar como una especie de alfombra roja previa a la primera gala.
El problema fue que, dadas las características del evento, no hubo estrellas y nadie tuvo mucho para decir. Sin embargo, como en los spots del viejo Canal 9 de Alejandro Romay, fueron sucediéndose ante cámaras las distintas personalidades del canal: Antonio Laje, Mónica Gutiérrez, Marcelo Polino, Marcela Tauro, Marcela Feudale, Luis Majul, María Julia Oliván, Marcela Baños, Silvia Fernandez Barrios, Marina Calabró y Jonathan Viale, entre otros. También desfilaron la conductora y los panelistas que formarán parte de El Debate, (Pamela David, Sofía Castiglione, Juana Repetto, Gastón Trezeguet, Augusto Tartufoli, Yanina Latorre, Gabriel Levinas y la inclasificable Victoria Vannucci). Por supuesto, también estuvieron presentes varios ex participantes, aunque la tucumana Marianela Mirra, como era de esperarse, brilló por su ausencia.
Una vez terminada la previa, el programa, ya conducido íntegramente por Rial, empezó con una vista aérea de la ciudad que terminó con un recorrido por la casa. Luego, antes de que los 15 desconocidos ingresaran, algunas de las personalidades del canal hicieron un tour por la casa junto a la primera dama de América, David; otros tuvieron que conformarse con sentarse junto al público a esperar que todo comience.
Por fin, cuando el primer participante hizo su aparición, todo comenzó a transcurrir por los carriles habituales: tape con la presentación de cada uno, verlos bajar de un auto con la clásica valija con rueditas, seguirlos por los pasillos en los que (poca) gente detrás de un vallado los alentaba, ver la entrada a la casa, las primeras miradas y conversaciones entre ellos. ¿Si el rating los acompañó? Sí. El programa tuvo picos de 16,2 puntos, todo un hito en la pantalla de América.
Los chicos y las chicas tendrán una semana para conocerse antes de entrar por primera vez al confesionario a nominar. Eso ocurrirá el próximo miércoles, durante la gala; el primer eliminado abandonará la casa la semana siguiente, tras la votación del público.
«Es la casa más linda de todas», dijo Rial apenas comenzó el programa. Lo cierto es que la casa es otra, y eso se nota. Versión a versión, el hogar de los participantes fue mutando de muebles, de colores, de adornos, de amenities, pero conservó la estructura. Ahora, con la mudanza de canal y de estudio, los ambientes tienen otra disposición. Verdes, naranjas, turquesas, grises, azules y amarillos son los colores predominantes. ¿El resultado? Lejos de lo dicho por Rial, resulta muy recargada, lo que hace que no sólo se haya perdido la frescura de un ambiente diseñado para jóvenes, sino que esa ausencia de neutralidad amenaza con quitarles, también, protagonismo ante la mirada de los televidentes. Además de la pileta climatizada, los «hermanitos» podrán disfrutar de un sauna, un gimnasio y un jacuzzi estratégicamente ubicado en el medio del hogar.
El cuarto rojo es una de las novedades de esta edición. En realidad, cumple una función parecida a la que tuvo el teléfono en ediciones pasadas. En vez de sonar, ahora se enciende una luz en la puerta y uno solo de los participantes va a poder entrar y encontrarse con una sorpresa (buena o mala). La primera valiente en ingresar al cuarto fue Camila, que eligió entre dos sobres y tuvo la suerte de conseguir inmunidad para la primera nominación.
Otra de las grandes novedades que ahora, con bajar una aplicación, se pueden ver ocho cámaras desde el celular o la tablet. De esta manera, el formato se adapta a esas nuevas tecnologías que apenas asomaban cuando tuvo su primera edición.
LOS PARTICIPANTES
Brian. Tiene 25 años y es de La Matanza. Vive con su mamá y su hermano discapacitado. Trabaja en una empresa de limpieza y canta cumbia. Confesó que alguna vez robó y duda si tiene un hijo con una mujer que le niega la posibilidad de realizarse un estudio de ADN. «Acá va a ser el primer pedo que me voy a agarrar» fue lo primero que dijo al entrar, señalando uno de los sectores del jardín.
Belén. Es de Ramos Mejía. Tiene 22 años, es modelo, diseña indumentaria y estudia teatro. Se vanagloria de haber seducido a varios famosos. «La gente piensa que soy medio hueca, pero en realidad soy muy distraida», explicó en la presentación. «La casa es como esos supermercados para muebles», se sorprendió al entrar.
Nicolás. Es de Santiago del Estero. Tiene 26 años y practica boxeo. Su sueño es pelear con Maravilla Martínez y, obviamente, ganarle. «El que entra a la casa a hacerse el pobrecito, es débil. Si tengo que acostarme con alguien para ganar, lo voy a hacer», aseguró.
Nadia. Tiene 31 años. Es madre soltera de un niño de 7. Contó que fue obligada a abortar. Es de Carlos Casares, Buenos Aires. «Extraño a mi peque. Es algo raro nuevo y raro para mí. Yo soy de pueblo», dijo al entrar.
Mariano. Es cordobés. Trabaja en una compañía. Se define como metrosexual . «No tengo prejuicios con la sexualidad. Ponganme una linda negra al menos para mirar, porque me la llenan de p… y me muero», dijo en la presentación.
Valeria. Tiene 30 años, Ciudad de Buenos Aires. Trabaja como camarera, paseadora de perros y estudia para trabajadora social. Es transexual. «Me saca de quicio la mugre y la gente desordenada», apuntó. «Para ganar, voy a intentar ser fiel a mí misma»:
Fernando. Tiene 35. Es ingeniero industrial, habla 5 idiomas y tiene una novia de 18 años. Viajó durante el último año por el mundo. «Tiendo a asumir una posición de liderazgo dentro de los grupos», expresó.
Romina. Tiene 20 años, le gustan los autos y las armas. Es de Mar del Plata. «Hace tres años entraron a robar a mi casa y pienso que a esa gente hay que matarla», contó en la presentación. Entró con un sapo de peluche gigante.
Marian. Tiene 20 años. Vive en un country, juega al hockey y estudia Gestión de Medios. «Me gusta mucho que me miren y ‘chaparme’ chicos todos los fines de semana. Me voy a levantar un día y decir ‘¿quién quiere hacer un trío»», adelantó.
Matías. Tiene 19 y es de Posadas, Misiones. Estudia producción de TV y mecánica automotriz. «Soy romántico. Para tener mi primera vez estoy esperando a la chica ideal», expresó.
Solano. Tiene 24 años. Es maquillador y sueña con ser diseñador de indumentaria. «Soy de Catamarca, un lugar en el que la gente se divide entre la que es alguien y la que no lo es. Yo estoy en el grupo de los que son», se presentó.
María. Es marplatense, tiene de 29 años . Trabaja como instrumentadora quirúrgica y modelo. «Siempre viví dentro de la religión adventista. Como no está permitido tener relaciones antes del casamiento, dejé la religión y empecé a hacer todo lo que no podía», resumió.
Eloy. Tiene 27 años, es de Burzaco, Buenos Aires. «Tengo 500 mil seguidores en Twitter. Nací para estar en la televisión, para ser un mediático», reveló.
Camila. Tiene 27 y es comerciante. Su presentación tuvo rivetes policiales: «Cuando tenía 15 años un tipo nos agarró a mi hermana gemela y a mí, nos llevó a una calle cerca de las vías del tren y nos violó».
Francisco Delgado. La gran sorpresa de esta nueva generación de GH. Fue uno de los hombres más buscados durante el último mes. ¿Por qué? Porque fue señalado como el padre del hijo de Gisela Bernal. «Se dijeron muchas mentiras y se me atribuye una paternidad que no se, perdí trabajos y se me difamó», explicó.