Lo anunció el
Canciller Héctor Timerman que el lunes mantendrá un encuentro con
representantes de las Naciones Unidas. La Presidenta decidió que en el
barco sólo queden el capitán y los tripulantes necesarios para su
mantenimiento. La Fragata está varada en Ghana por una orden judicial
que responde al requerimiento de los «fondos buitres». Para Argentina,
el país «viola los derechos humanos de los marinos».
Los anuncios del Canciller Héctor Timerman de esta tarde de sábado han generado enormes repercusiones. Luego de denunciar al Gobierno de Ghana por el incumplimiento de gran cantidad de tratados internacionales a los que adhiere como miembro de la ONU y reiterar que no negociará con los fondos buitres, Timerman indicó que la orden de Cristina Fernández es evacuar el barco y repatriar a los marinos.
A bordo de la embarcación sólo permanecerán el capitán y una dotación mínima de tripulantes. Mientras tanto, el Canciller encabezará las acciones en las Naciones Unidas a partir del próximo lunes.
Cerca de 300 marinos volverían al país aunque no fue especificado cómo se realizará el traslado de los afectados ya que la llegada de embarcaciones o aviones a la ciudad podrían derivar en un nuevo embargo judicial.
Timerman informó que, pese a los pedidos de la Argentina, el Juez que ordenó la retención de la fragata dispuso que se prohíba la provisión de combustible para el buque,
por lo que se impedirá el abastecimiento de energía afectando el
funcionamiento del sistema de lucha contra incendios, las bombas de
achique, las cámaras frigoríficas que mantienen los alimentos, entre
otras cosas, lo que dificultará la permanencia de los marinos
El magistrado ghanés exigió que se llegue a un «acuerdo con el fondo buitre» para poder revertir la situación pero en ese punto Timerman aclaró que esa es una opción que el Gobierno no considerará. «Es inaceptable para la Argentina», sentenció.
«A un acto que parecía un embargo comercial se le ha caído la careta y deja ver el poder de los fondos buitres«, denunció el ministro, quien advirtió que ni el juez ni lo parte demandante «lograrán torcer la voluntad» del pueblo argentino.
