Que sí, que no, que es buena, que es mala, científicos parecen haber encontrado la respuesta definitiva. ¿A hacerles caso?
Tomar cerveza, uno de los grandes placeres para cientos de personas. A algunos les gusta el vino, a otros las gaseosas, los hay amantes de los licores, también de una “bien fría”.
Pero durante mucho tiempo la polémica fue si esto era bueno o mala para la salud, algo que un grupo de científicos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria parece haber resuelto.
Luego de intensas investigaciones concluyeron que se trata de un pilar fundamental en la dieta mediterránea, la cual está considerada como una de las más saludables a nivel internacional, razón por la cual la Unesco la declaró patrimonio de la humanidad en el 2010.
“El consumo moderado de esta bebida (330 ml) mejora la calidad nutricional de la dieta mediterránea y colabora para incorporar otros alimentos saludables”, explicaron.
¿A qué se deben los beneficios? A que tiene una baja graduación alcohólica -apenas el 5 por ciento- y a los ingredientes naturales con los que está elaborada, maltodextrinas y carbohidratos complejos de absorción lenta.
No solo esta universidad falló a favor de ella, también la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) recomendó incorporar su consumo a la pirámide de la alimentación saludable.