Un delincuente, domiciliado en Pergamino, que ingresó a robar a una sucursal del Banco Santander Río de Lincoln fue sorprendido cuando se escapaba, por lo que decidió atrincherarse y tomar rehenes para no entregarse. En los primeros minutos liberó a tres personas y luego permitió que dos más dejen el lugar. Pero decidió retener a dos rehenes para negociar con la Policía.
El hecho ocurrió sobre el cierre del horario bancario, a las 14:30, en la sede de la avenida 9 de Julio, a media cuadra de la plaza principal de la ciudad y de la Municipalidad. El delincuente, de 64 años, ingresó, apuntó a los empleados y pidió el dinero. Cuando estaba a punto de escapar con el bolso, vio que llegaba la policía y decidió atrincherarse con las personas que había en el lugar como rehenes.
Se montó de inmediato un gigantesco operativo con la interrupción de calles 200 metros a la redonda. Hugo Matzkin, jefe de la policía Bonaerense, viajó a Lincoln y se puso al frente del procedimiento.
Minutos antes de las 21, efectivos del Grupo Halcón consiguieron entrar al banco efectuando una explosión para vulnerar el blindex del lugar y liberar a los prisioneros. Uno de los policías resultó herido al estallar la granada y era trasladado a un hospital.
Matzkin indicó que una rehén logró esconderse en el baño del lugar y cooperar con la policía a través de su teléfono, ayuda que fue clave para el éxito de la maniobra.
El jefe de policía destacó la tarea del policía que estaba en la caseta del banco, que logró dar aviso de la situación y colaboró con la liberación de los rehenes. El hombre fue el que quedó con el delincuente antes de la irrupción del Grupo Halcón. «Fue brillante», dijo, y subrayó que había egresado meses atrás de la escuela de policía.
El secuestrador quedó detenido. La causa quedó a cargo del fiscal Javier Ochoaizpuro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2, de Junín.