El delegado, Luciano Santesmases, junto a a la mutual La Fraternidad están desarrollando nuevos espacios por el creciente pedido de ex socorrenses para que su última morada sea la necrópolis del pueblo.
Los pueblos viven un fenómeno digno de destacar por un estudio sociológico, porque sufren la migración temprana de los jóvenes en búsqueda de nuevos horizontes en las ciudades donde hay más oportunidades de desarrollo laboral, pero al momento de su morada final eligen que sus restos sean llevados nuevamente a su terruño.
Es una situación que no se da con todos los emigrantes de las localidades, pero si en una cantidad importante de personas que generan la ampliación de tumbas y nichos en las necrópolis de las localidades.
Las personas les comentan a sus familiares que a la hora de su muerte lleven los restos al lugar donde han nacido y vivido los momentos más felices de su infancia y adolescencia. También eligen el cementerio del pueblo porque allí se encuentran los restos de sus padres, hermanos y el resto de la familia. Es como elegir estar cerca de los seres queridos fallecidos.
Esta creciente demanda de espacio en el cementerio la viven casi todas las localidades en general y, en particular, en El Socorro han tenido que desarrollar una gran cantidad de nichos para atender este creciente requerimiento.
“Junto a la mutual La Fraternidad de Pergamino hemos construido 120 nichos y estamos desarrollando otros ciento veinte porque no alcanzan para cubrir toda la demanda”, afirmó el delegado de El Socorro, Luciano Santesmases y explicó que “son ocupados por habitantes del pueblo y ex residentes que frecuentemente nos piden espacios”.
En las últimas semanas han construido cuarenta nuevo nichos “que están a la venta en la Mutual y en poco tiempo terminaremos los ochenta restantes”, aseguró el titular de la delegación socorrense.
Esta iniciativa, además de atender una creciente demanda de espacios, es beneficiosa para el cementerio local porque la normativa municipal establece que un porcentaje de lo obtenido por la venta de nichos vuelva en obras a la necrópolis. “La comercialización de los nichos la hace la mutual La Fraternidad a través de una financiación y de lo obtenido, el quince por ciento se debe destinar a refacciones en el cementerio. Es así como hemos encarado obras de mejoramiento de las instalaciones como adecuación de los sanitarios, de la fachada y el levantamiento del tapial perimetral. En este sentido, nuestro objetivo es que estos fondos los podamos utilizar para rodear con muro todo el cementerio de El Socorro. Gracias a este aporte llevamos realizado 150 metros de paredes”, explicó Santesmases.
En el cementerio socorrense están ocupados todos los espacios de tumbas y desde la Delegación encararán un complejo trabajo de relevamiento de estos espacios para determinar cuales son aquellas que no son atendidas por los familiares desde hace muchos años y buscar la forma de recuperarlas para contar con disponibilidad para aquellos que eligen ser enterrados. “Es un anhelo que requiere relevar todas las tumbas, determinar cuales estarían olvidadas por sus sucesores e iniciar un proceso legal de usucapión para que vuelvan a ser propiedad de la Delegación. Es un trabajo complejo porque hay que reunir toda la documentación, procesarla e iniciar todo un proceso legal”, afirmó el delegado.
Fuente: Semanario El Tiempo